Otro tesoro que poseyó la Peña, hasta hace aproximadamente 20 años y que, por desgracia, hoy no podemos disfrutar de él, son los desaparecidos lirios de color morado que florecían en primavera. Estas flores, junto con las manzanillas, los anises y una tupida alfombra de hierba, en perfecta armonía con los animales, que aquí han pastado siempre, siguiendo unas normas establecidas por el pueblo, eran los encargados de embellecer, más si cabe, todo el entorno de la Ermita. Hoy en día existe un gran rebaño de ovejas, propiedad de un solo vecino del pueblo, que pasta de forma indiscriminada en este lugar, sin respetar a nada ni a nadie. Es tal la devastación que estos animales ejercen sobre el terreno que han conseguido que las flores y la hierba se cambien por piedras sueltas, ortigas y cardos.

P. 9
Amigos de San Pantaleón de Losa   |   2012